CONSIDERACIONES SOBRE LA CIENCIA Y LA TECNOLOGÍA*

En el siglo XIX se afirmó que el papel de la Ciencia en el siglo XX sería el de agregar algunas cifras decimales a las constantes fundamentales de la naturaleza. Sin embargo, el siglo XX fue un periodo de rupturas epistemológicas en campos como la relatividad, los fenómenos del micromundo, la estruc...

Descripción completa

Detalles Bibliográficos
Autor principal: Flores Castro, Eduardo
Formato: Online
Idioma:spa
Publicado: Universidad de Panamá. Facultad de Ciencias Naturales, Exactas y Tecnología 2001
Acceso en línea:https://revistas.up.ac.pa/index.php/tecnociencia/article/view/544
Descripción
Sumario:En el siglo XIX se afirmó que el papel de la Ciencia en el siglo XX sería el de agregar algunas cifras decimales a las constantes fundamentales de la naturaleza. Sin embargo, el siglo XX fue un periodo de rupturas epistemológicas en campos como la relatividad, los fenómenos del micromundo, la estructura del ADN, el invento de los semiconductores y sus aplicaciones a los ordenadores, etc.. Estos cambios han sido tan rápidos, que a la sociedad le cuesta adaptarlos a sus estructuras sociales, económicas, jurídicas, etc. La ciencia moderna, como la conocemos, se inicia con Galileo, y en este corto tiempo ha transformado las sociedades de una forma impensable. Sólo, en los últimos cien años, han cambiado las condiciones de vida de nuestro planeta radicalmente. Es recurrente, en las distintas generaciones, pensar que estamos en pleno dominio del conocimiento de la naturaleza. Sin embargo, los mismos conocimientos que provoca esta ilusión constituyen las bases sobre las cuales se edificarán los avances del siglo XXI. La investigación en Ciencia y Tecnología en Latinoamérica es un hecho de hace tan sólo cien años. Durante el período colonial era más fácil encontrar investigación científica en las expediciones que en las universidades de la época, como es el caso del botánico Celestino Mutis. La Construcción del Ferrocarril Transístmico y posteriormente del Canal de Panamá, fortalecieron nuestra economía terciaría y transitista. Estas obras, en su momento, emplearon una avanzada tecnología. Sin embargo, su impacto a la nación en el campo tecnológico y científico, fue pobre. Con la fundación de la Universidad de Panamá, en 1935, se dieron los primeros pasos del desarrollo científico-técnico. En Latinoamérica, en general, no fue sino a partir de la década de los cincuenta cuando comenzó a introducirse la ciencia como componente integlal de la enseñanza en las universidades. En Panamá, hombres como el Dr. Bernardo Lombardo jugaron un papel clave en el desarrollo de la Ciencia y la Tecnología. Él introdujo el uso de la computadora como herramienta para la investigación y la administración de la enseñanza; las nuevas tecnologías audiovisuales como el circuito cerrado de televisión; el uso de las radiaciones íonizantes para la preservación de alimentos; la fisica nuclear y sus aplicaciones a la medicina, entre otros. La sustitución de importaciones que produjo el Tratado Remón-Eisenhower (1955), trajo consigo la ampliación del mercado interno, resultando que de 159 establecimientos dedicados a la industria manufacturera en 1950, se pasara a 327 en 1957. A fines de los sesenta se elaboró la Estrategia Nacional de Desarrollo para la Década 70-80, que introdujo algunos elementos tecnológicos al país como lo fueron los proyectos de electrificación, de comunicación, de agroindustria y de cementeras, por mencionar algunos. Sin embargo, en ninguna de las ocasiones señalarlas se incluyó, en el marco de un análisis sistémico, la política a seguir en materia de Ciencia y Tecnología. Es pertinente señalar que, a pesar de las limitaciones económicas de la Universidad de Panamá, ella ha constituido la punta de lanza de nuestro desarrollo científico-técnico.