Sumario: | La crisis económica mundial empieza en 2007, cuando estalla la burbuja inmobiliaria en Estados Unidos. Ese es el detonante que pone en marcha un proceso acumulativo, de creciente complejidad, que se extiende por ya casi cinco años, sin salida a la vista. La crisis se comporta como al modo de un organismo mutante: evoluciona y asume forma nuevas, de un modo tal como si quisiera burlar las respuestas de política a través de las cuales se la trata de poner bajo control. Al entrar a 2012, no solo no se ha alcanzado una solución relativamente satisfactoria, sino que los desafíos e incertidumbres, lejos de ceder, parecieran ser cada vez más acuciantes. Lo cierto es que una crisis con tales características pone en cuestionamiento, sino el capitalismo como sistema económico dominante a escala planetaria, cuanto menos los paradigmas teórico-ideológicos y las ejecuciones concretas al nivel de las políticas, las instituciones, la producción y el consumo, dominantes durante los últimos decenios a nivel mundial. Pero ello también convoca a un replanteamiento del modelo neoliberal de crecimiento vigente en Costa Rica durante los últimos veintiocho años.
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