Sumario: | El año 2021 significa para los centroamericanos una fecha polémica. Están los que celebran 200 años de independencia. Es la visión de aquellos criollos que controlan el poder político, religioso, cultural y económico. Para ellos, con la fecha de los 200 años se celebra magnificando el pasado, justificar la historia, adoptar como un fatum el hecho consumado de las asimetrías actuales de nuestros países y de las ataduras creadas por la hegemonía. Hay otros que denuncian que los 200 años reaviva una pesadilla. En esta línea, subrayan la vigencia de una lógica de subordinación y dependencia internacional, instaurada a partir de la invasión española, y hacen hincapié en los lazos de la Iglesia con los poderes hegemónicos en las distintas etapas de la historia de Centroamérica. En este artículo se trata de desbrozar, aquellos puntos esenciales del debate sobre la conmemoración de los 200 años de la Independencia de Centroamérica. El presente texto no pretende ser más que una contribución al estudio de la realidad compleja y contradictoria de los países de la región. En el artículo se estudian las aportaciones de Armando Villatoro en su texto “Guatemala, Estado y Contrainsurgencia”, pasando por las proposiciones de Severo Martínez en su ensayo “La Patria del Criollo”, hasta el análisis de Matilde González sobre la “Crisis Colonial y formación de las repúblicas centroamericanas”, además de las reflexiones que propone Daniel Camacho en su obra “Unidad y separatismo en Centroamérica”, entre otros. Finalmente, se esbozan algunas ideas sobre la modernidad en Centroamérica.
|