Sumario: | Todos los pueblos han producido su propia ciencia y la han aplicado para solucionar sus problemas o enfrentar situaciones. El problema es que algunos conocimientos de los pueblos no son valorados como tal, son considerados supersticiosos o mitos, sin embargo, persiste su práctica a la par de los grandes avances de la ciencia occidental, es más tienen resultados favorables a la salud o a la conservación de la vida, por ejemplo el tratamiento de los efectos de la ionización en los siguientes casos: Mal de ojo, los efectos de la luna tanto en la salud como en los trabajos agrícolas, el manejo del Nawal de cada persona según el calendario Maya Txolq’íj, y atención a las energías de cada día. Estos conocimientos valen por su propio peso, sin embargo, se argumenta su validez con algunos estudios especialmente de Felix Gad Sulman de la Universidad Hebrea de Jerusalén, de Albert Krueguer de la Universidad Berkeley de California, así como las experiencias de Fred Soyka como también de María del Carmen Santos de la Universidad de Alicante, España, Licenciada en Medicina y Cirugía. Ellos comparten sus experiencias y resultados de sus estudios respecto al efecto de los iones sobre la vida en la tierra especialmente en la salud humana.
|