Summary: | Los procesos de maduración cerebral tienen una influencia en el desarrollo de las funciones ejecutivas, que son procesos cognitivos de control que le permiten al individuo optimizar el rendimiento de sus actividades. Funcionan como ente de supervisión metacognitivo, regulan los procesos emocionales y comportamentales que inciden en procesos superiores como la planificación, resolución de problemas y toma de decisiones. Incluyen la memoria de trabajo, el control inhibitorio y la flexibilidad cognitiva en interacción con el sistema atencional, dando origen al control ejecutivo. Las funciones ejecutivas alcanzan su grado de maduración entre los 26 y los 30 años, sin embargo, presentan un desarrollo acelerado en la infancia y tienen otro pico acelerado en la adolescencia. A medida que los niños maduran a nivel neuronal, consiguen mejor autocontrol, autorregulación y mayor coordinación de procesos cognitivos para alcanzar diferentes logros. En este estudio se busca establecer un perfil de funciones ejecutivas de 23 niños con bajo CI y dificultades en el aprendizaje, para identificar la influencia de la edad en su desarrollo. Entre los resultados, se encontró que no existe diferencia significativa entre el perfil de funciones ejecutivas por los distintos rangos etarios y que la edad no es un factor representativo en relación al desarrollo de las funciones ejecutivas.
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