Sumario: | Durante las crisis económica y sociopolítica debido al cambio dinástico de Ming a Qing, paradójicamente la misión católica tuvo su mayor progresión entre los mundos de dialectos y analfabetismo del espacio rural chino. Una hipótesis que permite comprender esta nueva dinámica en la empresa misionera, se podría hallar en el “personaje del misionero”, imagen en si misma de un grado de legitimidad simbólica para todas las esferas de la cultura china de la época. Es decir, desde su vestimenta, su corte de cabello, su forma litúrgica de expresarse y hasta su capacidad para la dirección de los rituales, la presencia y el liderazgo del religioso impusieron un aura de poder, temor y respeto entre las masas poblacionales. De esta manera, el misionero se erigió como uno más de los maestros místicos de lo sobrenatural en la China imperial tardía de los Ming.
|