Sumario: | Introducción: Se reconoce que el tráfico de embarcaciones es uno de los principales contribuyentes al ruido marino. Se predice que la creciente presencia de barcos en los hábitats costeros tendrá importantes repercusiones en la comunicación de los mamíferos marinos. En Costa Rica, las aguas de la Reserva Biológica Isla del Caño son un hábitat reproductivo importante para las ballenas jorobadas de la población reproductiva G (BSG). Su presencia ha impulsado el desarrollo de las actividades de observación comercial de ballenas, el cual es un componente importante de la economía local. Aunque el país tiene normas de conducta para esta actividad, las ballenas a menudo interactúan con múltiples barcos turísticos al mismo tiempo. Los cierres y limitaciones de movilización de botes asociados a la pandemia de COVID-19 brindan una oportunidad para estudiar el impacto potencial del ruido asociado al tráfico de embarcaciones en la actividad de canto de las ballenas jorobadas.
Objetivo: Determinar si los niveles de ruido ambiental bajo el agua y la presencia de botes cambiaron antes, durante y después de los cierres y cuarentena por COVID-19, y si estos cambios influyen en la detección de cantos de machos de ballenas jorobadas.
Métodos: las grabaciones acústicas se realizaron con una grabadora autónoma montada en el fondo marino durante 30 días en septiembre de 2019, 2020 y 2021, resultando en un esfuerzo de grabación de 480 horas.
Resultados: Nuestros resultados muestran que los niveles de ruido ambiental (dBRMS) antes del cierre (2019) fueron significativamente más altos, particularmente a frecuencias bajas (<1kHz), que durante y después de los cierres asociados a la pandemia de COVID-19. Es probable que esto se deba a una reducción en la presencia de embarcaciones durante el cierre. Aunque la detección de cantos de ballenas jorobadas no varió entre años, durante la cuarentena se detectaron los cantos de ballenas de forma uniforme durante el día, mientras que antes y después de la cuarentena se notó un decrecimiento en la proporción de cantos a horas donde hay más detección de botes presentes.
Conclusiones: Este estudio muestra un cambio claro en los niveles de ruido ambiental durante el cierre de COVID-19, probablemente debido a una disminución en la presencia de embarcaciones. El estudio también muestra el potencial impacto del ruido asociado al tráfico de embarcaciones en la actividad del canto de las ballenas jorobadas. Los resultados de este estudio pueden informar al Área de Conservación de Osa (ACOSA), la cual está a cargo de la Reserva Biológica Isla del Caño, a desarrollar e implementar medidas que regulen el ruido antropogénico bajo el agua asociado a tráfico de botes turísticos.
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