Interconexión a nivel ciclónico-atmosférico entre el Caribe y el Pacífico centroamericano

Se analizan algunas propiedades atmosféricas de las yertientes marinas del Pacífico y del Caribe adyacentes al Istmo Centroamericano y sus posibles interconexiones, me­diante un estudio estadístico. Se toma como referencia la franja que describe el Sur de Nicaragua, por poseer las pro­piedades orogr...

Descripción completa

Detalles Bibliográficos
Autores principales: Banichevich, Antonio, Lizano, Omar G.
Formato: Online
Idioma:spa
Publicado: Universidad de Costa Rica 1998
Acceso en línea:https://revistas.ucr.ac.cr/index.php/rbt/article/view/29362
Descripción
Sumario:Se analizan algunas propiedades atmosféricas de las yertientes marinas del Pacífico y del Caribe adyacentes al Istmo Centroamericano y sus posibles interconexiones, me­diante un estudio estadístico. Se toma como referencia la franja que describe el Sur de Nicaragua, por poseer las pro­piedades orográficas menos perturbadoras para los flujos de vientos alisios del noroeste (NO) y del sureste (SE). Estas propiedades atmosféricas se asocian a la incidencia estadís­tica (ya sea que se forman en la cuenca del Caribe o llegan a la región) de fenómenos sinópticos del tipo "ciclones tro­picales", y su probabilidad de poder cruzar la franja conti­nental con ulla mínima pérdida en energía. Se encuentra que para el Atlántico occidental se da un sistemático debilita­miento de los eventos esporádicos de tipo ciclónico durante el ENSO-cálido, en el Pacífico y debido a la temperatura su­ perficial del agua que supera los 27°C, se da un reenforza­miento. Al darse la transición de ENSO-cálido a ENSO-frío es cuando se dan interconexiones entre ambas vertientes oceánicas, donde sistemas ciclónicos atraviezan el Istmo, principalmente a través del paso de Nicaragua (del Atlánti­co hacia el Pacífico), y con un único caso a través del paso de Tehuantepec (del Pacífico hacia el Atlántico). Para el ENSO-frío, es de esperar condiciones similares a las de la transición, pero aquí el número de eventos aumenta signifi­cativamente en el Atlántico y disminuye en el Pacífico.