Sumario: | Las medidas de conservación del suelo en Centroamérica datan desde la civilización Maya, cuando se usaban las terrazas. Después de la Conquista, el arado, la ganadería y la sucesión de cambios sociales y políticos contribuyeron a acelerar la erosión. En las últimas décadas ha habido de nuevo una creciente preocupación por la necesidad de medidas de conservación del suelo; El Salvador y Costa Rica iniciaron esfuerzos en este sentido en 1943. Desde hace mucho tiempo los fertilizantes químicos y la maquinaria han disimulado la pérdida de la capa fértil superior del suelo; pero bajo el incremento reciente de presiones poblacionales, las medidas de conservación de nuevo están cobrando importancia. Son agentes importantes de la erosión en los trópicos: las fuertes lluvias estacionales que alternan con períodos largos de sequía; la erosión por el viento; y los aludes cuando el suelo está saturado después de lluvias prolongadas. Tanto la maquinaria moderna como el sobrepastoreo y los cultivos en eras verticales generalmente aceleran la remoción del suelo. Bajo la presente crisis energética, la mano de obra humana se está convirtiendo de nuevo en un elemento significativo en la agricultura, y la conservación del suelo, consecuentemente, se toma más factible y más importante.
|