Avatares del principio de placer y principio de realidad en la educación

En su Presentación Autobiográfica (1925), Sigmund Freud advierte que él no escribió nada sobre educación; sin embargo, dice que los descubrimientos que en psicoanálisis se han realizado en el periplo por la exploración del inconsciente han interesado a otras disciplinas, entre las que se encuentra l...

Descripción completa

Detalles Bibliográficos
Autor principal: Morales Barrera, Mónica
Formato: Online
Idioma:spa
Publicado: Universidad Nacional, Costa Rica 2018
Acceso en línea:https://www.revistas.una.ac.cr/index.php/ensayospedagogicos/article/view/11325
Descripción
Sumario:En su Presentación Autobiográfica (1925), Sigmund Freud advierte que él no escribió nada sobre educación; sin embargo, dice que los descubrimientos que en psicoanálisis se han realizado en el periplo por la exploración del inconsciente han interesado a otras disciplinas, entre las que se encuentra la pedagogía. En los pocos artículos en los que Freud alude a la educación, habla de esta en términos de sueños y esperanzas; en general, la concibe como una suerte de profilaxis de las neurosis y de las perversiones, en tanto el psicoanálisis actuaría a posteriori en el nivel terapéutico. Solo en uno de sus artículos, Formulaciones sobre los dos principios del acaecer psíquico (1911) –principio de displacer-placer y principio de realidad–, Freud asigna a la educación una función específica; en sus propias palabras, dice que esta “… puede describirse, sin más vacilaciones, como la incitación a vencer el principio de placer y a sustituirlo por el principio de realidad” (1989a, p. 228). Esta breve tesis contiene la esencia del poder humanizante de la educación, que hace posible que un sujeto ingrese al circuito de la cultura, al poner coto a los impulsos autodestructivos promovidos por el principio del placer. Analizar dicha tesis es el propósito de este escrito.