Milpas y huertos de traspatio tradicionales en Petén, Guatemala y el problema de la seguridad alimentaria

En las últimas décadas muchos campesinos asentados en Petén practican monocultivos que los mantienen atrapados en la pobreza, con el consecuente agotamiento de los suelos. Ellos experimentan inseguridad alimentaria durante los meses de julio a agosto. Las prácticas tradicionales de milpa y huertos d...

Descripción completa

Detalles Bibliográficos
Autores principales: Corzo, Amilcar R., Schwartz, Norman B.
Formato: Online
Idioma:spa
Publicado: Universidad de San Carlos de Guatemala 2016
Acceso en línea:https://revistas.usac.edu.gt/index.php/csh/article/view/272
Descripción
Sumario:En las últimas décadas muchos campesinos asentados en Petén practican monocultivos que los mantienen atrapados en la pobreza, con el consecuente agotamiento de los suelos. Ellos experimentan inseguridad alimentaria durante los meses de julio a agosto. Las prácticas tradicionales de milpa y huertos de traspatio —llamada cercos—, en Petén, pueden a hacer frente a la inseguridad alimentaria. Tanto las milpas como los cercos peteneros son ricos, diversos y productivos. Hay un promedio de 54 especies de plantas útiles en los cercos, y de 32 a 70 especies en las milpas tradicionales que parecen grandes cercos con mucho maíz. Para satisfacer el 60% de sus necesidades calóricas (128 kg de maíz/ año/persona) una familia de 5 personas, utilizando métodos tradicionales necesita cultivar 0.7 ha/año. En el sistema tradicional, la milpa puede recuperarse lo suficiente como para ser cultivada de nuevo en cinco años; por lo tanto, para poder sostenerse de forma indefinida, una familia necesita 4.2 hectáreas. Las prácticas no son una panacea, pero hasta que haya cambios fundamentales en la economía política de Guatemala, estas pueden ayudar a los hogares pobres a alimentarse a sí mismos y obtener algunos ingresos adicionales de manera que sean compatibles con la biodiversidad y la conservación de los recursos naturales