Sumario: | Los esfuerzos por controlar los gastos, tuvo que afrontar en 1988 de nuevo un déficit fiscal, producto de la incapacidad del Estado de financiar con recursos domésticos los onerosos gastos y de la prolongación de la crisis económica. Pese a la permanente crisis fiscal el Estado continuó empeñado en mantener una economía de guerra, altamente financiada y subsiada desde el exterior y subsiada desde el exterior, fundamentalmente por la USAID, de no ser por estas divisas el Estado ya hubiese colapsado. Pareciera ser que cualquier gobierno que continúe enfrentando la guerra y la crisis económica sufrirá una permanente crisis fiscal. En este sentido la solución a la problemática fiscal estriba en resolver las causas fundamentales de la crisis nacional; por tanto, es prioritario efectuar cambios estructurales en la formación e económica y social de El Salvador.
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