El tránsito de Venus de 2012 visible desde Honduras: Una oportunidad de entender nuestro lugar en el Universo

Los tránsitos de Venus son eventos de gran interés para la ciencia. Ocurren cuando el planeta Venus se alinea e interpone entre la Tierra y el Sol, produciendo para nosotros el efecto visual de que un muy pequeño objeto negro atraviesa la superficie solar. Su entendimiento, desde los primeros tiempo...

Descripción completa

Detalles Bibliográficos
Autor principal: Pineda de Carías, María Cristina
Formato: Online
Idioma:spa
Publicado: Universidad Nacional Autónoma de Honduras 2016
Acceso en línea:https://www.camjol.info/index.php/CE/article/view/2530
Descripción
Sumario:Los tránsitos de Venus son eventos de gran interés para la ciencia. Ocurren cuando el planeta Venus se alinea e interpone entre la Tierra y el Sol, produciendo para nosotros el efecto visual de que un muy pequeño objeto negro atraviesa la superficie solar. Su entendimiento, desde los primeros tiempos estuvo ligado al conocimiento de la estructura y dimensiones del Sistema Solar. La frecuencia con que ocurren puede estar separada hasta por más de 100 años, motivo por el cual su observación los convierte en raros eventos que cada vez que vuelven a ser visibles, encuentra a los científicos de diferentes siglos con nuevos instrumentos y más sofisticadas tecnologías. En este artículo, hacemos un repaso histórico desde cuando se predijo la primera posible ocurrencia de un tránsito de Venus, documentando además otras veces que se pudo observar por algunos astrónomos desde diferentes latitudes del planeta, describiendo las circunstancias, limitaciones, equipos y lugares que les permitió registrar y documentar tales observaciones. En la parte final se explica el gran reto que para Honduras ha representado, particularmente para la Facultad de Ciencias Espaciales por medio de su Departamento de Astronomía y Astrofísica, llegar a informar a la población del tipo de evento astronómico observado en junio de 2012, conseguir que el mayor número de personas se interesara por observarlo de manera segura, e igualmente importante, registrar imágenes de cómo los astrónomos nacionales lo observamos, dejando un legado de referencia para los astrónomos que en 2125 nuevamente lo podrán observar.Revista Ciencias Espaciales, Vol.5(2) 2012, 5-19