Sumario: | Uno de los problemas actuales en el campo de la investigación sobre las enfermedades de corales es el de poder seguir a los patógenos en el ambiente natural. Un método prometedor para lograrlo es el uso de sondas moleculares específicas para el patógeno. Sin embargo, esta técnica ha sido poco usada hasta la fecha. Construimos y validamos en el laboratorio una sonda molecular de fluorocromo marcado específicamente para Aurantimonas coralicida, la bacteria responsable de la enfermedad de corales del Caribe, plaga blanca Tipo II (PBII). Después usamos la sonda con muestras de campo de tejidos de corales enfermos para detectar la presencia del patógeno. La sonda se diseñó usando un sub-grupo único de 25 nucleótidos del gen 16S del rARN derivado de cultivos puros del patógeno. La sonda específica para el patógeno se marcó con fluorocromo GreenStar*™ FITC (fluorescein isotiocianato, GeneDetect Ltd, New Zealand). Como testigo usamos la sonda universal de eubacterias EUB 338, marcada con un fluorocromo diferente (TRITC, tetra-metil-rodamina isotiocianato). Ambas sondas fueron usadas con muestras de laboratorio de cultivos puros de bacterias, y muestras de campo recolectadas de la superficie de la línea de la enfermedad en corales con signos de plaga blanca (tipos I y II), de corales sanos y de corales con enfermedades no características (parches de tejido necrótico). Todas las muestras fueron analizadas usando hibridización fluorescente in situ. Determinamos que la sonda es específica para el patógeno cultivado en nuestro laboratorio y no reacciona con otras especies de bacterias (la sonda para eubacterias sí). El patógeno de PBII fue detectado en muestras de corales enfermos (exhibían signos de PBI y PBII) recolectadas en arrecifes de Bahamas (n= 9 muestras). Muestras de tejidos enfermos (y sanos) (n= 4) de corales con parches necróticos fueron probados. En este caso los resultados fueron negativos, indicando que el mismo patógeno no es responsable de las dos enfermedades. El desarrollo y uso de sondas específicas para cierto patógeno puede ampliar significativamente nuestro conocimiento de la etiología de enfermedades de corales.
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