| Sumario: | Dentro del proceso histórico latinoamericano, las elites de poder han definido la Identidad cultural a través de discursos que tienden a homogeneizar las particularidades de todos los grupos poblacionales, específicamente, las minorías étnicas e indígenas. Esta segregación se ha visto reflejada en los aparatos jurídicos a institucionales de estos países, debido a que las formas de organización social de estés comunidades son reglas por normas de derecho consuetudinario, lo que se halla en franca contraposición respecto de la concepción monista del derecho estatal. Factores como la promoción de la defensa de los derechos humanos a nivel internacional, o la misma expansión del activismo indigesta, hacen evidente la progresiva aparición de un nuevo orden estatal que se caracteriza por apostar al reconocimiento de las formas de sociabilidad de los pueblos Indígenas y al fomento del respeto a su cosmovisión antropológica.
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