Sumario: | La matriz religiosa, de corte cristiana y mayoritariamente católica, con la creciente emergencia de grupos evangélicos de tradición pentecostal y neopentecostal, ha jugado un papel fundamental en el desarrollo del conflicto armado en Colombia. Por una parte, llegó a propiciar discursos de inspiración bíblica que legitimaban o toleraban la violencia con el fin de defender y mantener estructuras sociales y culturales tradicionalistas; de otra, ha sido impulsora o mediadora de acciones que buscan la paz, la reconciliación y la reparación de las víctimas. En este último sentido, los procesos de lectura bíblica realizados con comunidades afectadas y victimizadas, en contextos de conflicto armado, han sido fuente para la construcción colectiva de la memoria histórica de los acontecimientos, medio de resignificación sanadora del propio trauma, lugar existencial de acogida y apertura a la diversidad y a la pluralidad, generadores de estrategias de reparación, no repetición y rehabilitación personal y comunitaria.
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