| Sumario: | El ideario de la reconstrucción de la patria Centroamericana ha sido constante en diversos momentos de la historia de los países de la región, desde los intentos por la vía militar de la segunda mitad de Siglo XIX, la motivación surgida en el marco del primer centenario de la independencia de las provincias de la corona española, hasta los acuerdos del Mercado Común de los años 50-60 y el Protocolo de Tegucigalpa en el año 91 del siglo pasado lo demuestran. Pero, la continuada crisis sociopolítica, los desiguales desarrollos económico-sociales y las asimetrías crecientes, han sido siempre factores que han jugado en contra de la integración, dando la razón a los detractores y debilitado los argumentos de los integracionistas. Muy pronto los procesos que se inician entran en crisis de continuidad y las instancias creadas no son capaces de responder a esos retos, porque no existe detrás de estos esfuerzos una firme voluntad de hacer avanzar la integración, a pesar del éxito en materia de comercio obtenido en el Mercado Común. Aunque, razones de mercado impulsaron la inclusión de Panamá, Belice y República Dominicana, la integración política está detenida y se rehúye desde los liderazgos. Las condiciones de vida de los pueblos centroamericanos, el agotamiento de los proyectos oligárquicos, la necesaria modernización de los Estados y el nuevo interés que recobra la región en el reordenamiento global presenta oportunidades que obligan a actuar con mucho pragmatismo para avanzar en el noble ideal de la patria grande de los pueblos de Centroamérica. INTEGRACIÓN, DESARROLLO, CENTROAMÉRICA, ESTADO, MERCADO, CRISIS
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