El tío narices

Sobre la desarreglada cama matrimonial, yacía desnudo y cubierto hasta la cintura, con un pedazo de manta, bastante sucia por cierto; así se veía el muerto. Su boca y sus ojos estaban abiertos, porque nadie, extrañamente había tenido el cuidado de cerrarlos. Su cuerpo ya tenía rigor mortis, y su ros...

Descripción completa

Detalles Bibliográficos
Autor principal: Hernández Mata, Francisco José
Formato: Online
Idioma:spa
Publicado: Escuela de Lenguas Modernas, Universidad de Costa Rica 2010
Acceso en línea:https://revistas.ucr.ac.cr/index.php/rlm/article/view/9673
Descripción
Sumario:Sobre la desarreglada cama matrimonial, yacía desnudo y cubierto hasta la cintura, con un pedazo de manta, bastante sucia por cierto; así se veía el muerto. Su boca y sus ojos estaban abiertos, porque nadie, extrañamente había tenido el cuidado de cerrarlos. Su cuerpo ya tenía rigor mortis, y su rostro perfilado, inexpresivo, sus ojos inertes y vidriosos miraban hacia el cielorraso, como si pidieran al cielo un tardío perdón. La nariz, tirada hacia abajo, por acción de la boca abierta, se veía aguileña, y más grande que de costumbre: era un panorama triste en verdad, que encarnaba asimismo el fracaso y el abandono total en un ser humano.