Sumario: | Al momento de escribir sobre este tema llama la atención lo poco que durante algunos años a través de lecturas y discusiones sobre el mismo se ha venido abordando en algunos sectores académicos de la sociedad guatemalteca, toda vez que como se sabe se ha tratado de invisibilizar al indígena como que se quisiera negar su existencia, es decir que desde la percepción de quien escribe, no se encuentra hasta la fecha una solución al mismo. De tal manera que se ha pensado en una serie de ideas que van desde la integración, la ladinización y hasta más extremas la exterminación, para dar soluciones a lo que las elites conciben como problema, un problema que gracias a sus existencia les ha permitido concentrar grandes riquezas y mantener en estado de pobreza al sector indígena que tanto desprecian pero que inevitablemente se convierte en la base de esa acumulación desmedida, bajo la misma protección del Estado. Sin siquiera considerar al indígena como un sujeto pensante capaz de ser impulsor de su propio cambio. De hecho, como una manera de prevenir la discriminación se ha llegado a considerar este fenómeno como algo legal desde el momento que se ha tipificado como delito en el artículo 202 bis, que configura el delito de Discriminación, mediante la reforma al Decreto 57-2002 del organismo legislativo. Como queriendo dar respuesta a la contradicción entre la sociedad legal y la sociedad real, producto de la constitución de los estados modernos.
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