Enrehóyate y Sinámar: urbanismo participativo en espacios vulnerables de ciudades insulares (Gran Canaria, España)

Enrehóyate y Sinámar son dos experiencias de sociopraxis participativa en las dos ciudades más habitadas de la isla de Gran Canaria, en el contexto de los principales proyectos de regeneración urbana de Canarias: el Plan de Reposición de Las Rehoyas-Arapiles (Las Palmas de Gran Canaria), un espacio...

Descripción completa

Detalles Bibliográficos
Autor principal: González Ramírez, Federico
Formato: Online
Idioma:spa
Publicado: Universidad de Costa Rica 2021
Acceso en línea:https://revistas.ucr.ac.cr/index.php/revistarquis/article/view/45707
Descripción
Sumario:Enrehóyate y Sinámar son dos experiencias de sociopraxis participativa en las dos ciudades más habitadas de la isla de Gran Canaria, en el contexto de los principales proyectos de regeneración urbana de Canarias: el Plan de Reposición de Las Rehoyas-Arapiles (Las Palmas de Gran Canaria), un espacio vulnerable de 2.558 viviendas, que será demolido y se volverá a construir para ser habitado por los mismos vecinos, y el Plan Integral del Valle de Jinámar (Telde), que pretende la transformación sociourbana en uno de los polígonos de vivienda pública de mayor dimensión del Estado español. El objetivo principal de ambas experiencias fue la incentivación de las redes sociales latentes y conformación de nuevo capital social, mediante analizadores históricos de experiencias vecinales significativas previas, que sustenten la construcción de nuevos conjuntos de acción e interlocución vecinal, promovida desde las instituciones locales, en una etapa temprana de procesos más amplios de participación ciudadana previstos en ambos proyectos. Las causas de la debilidad del capital social previo son distintas: acumulación de población dependiente y familias monoparentales, con escasa participación social, por la vivienda mínima de Las Rehoyas; y la traumática disolución de capital social vecinal propiciada por el poder político, en sus años fundacionales, en el Valle de Jinámar. Las nuevas prácticas vecinales surgieron a partir de una planificación tradicional previa de talleres formativos intergeneracionales, que permitió la reflexión conjunta de antiguos líderes de asociaciones vecinales y actuales representantes de las comunidades de vecinos administrativas, y la creación de nuevas plataformas y colectivos.