El Momento de la Verdad

ResumenEl momento de la verdad se da cuando no queda otra alternativa que la de elegir (afirmación o rechazo, sí o no, arriba o abajo). Sin opción para devaneos ni rodeos. Es un poco como entrar en una cabina de votación, con la salvedad de que todavía existen varios fragmentos arquitectónicos que,...

Descripción completa

Detalles Bibliográficos
Autor principal: Martin, Reinhold
Formato: Online
Idioma:spa
Publicado: Universidad de Costa Rica 2012
Acceso en línea:https://revistas.ucr.ac.cr/index.php/revistarquis/article/view/1307
Descripción
Sumario:ResumenEl momento de la verdad se da cuando no queda otra alternativa que la de elegir (afirmación o rechazo, sí o no, arriba o abajo). Sin opción para devaneos ni rodeos. Es un poco como entrar en una cabina de votación, con la salvedad de que todavía existen varios fragmentos arquitectónicos que, de una forma u otra, han dado su voto por lo que Fredric Jameson ha llamado informalmente el "partido de Utopía". En ese sentido, un compromiso "realista" con el orden establecido puede todavía vislumbrar una alternativa "utópica", aunque sea tenue su luz o impreciso su contorno. Como el acto de votar "de decidir, de comprometerse a algo”, el diseño está lleno de compromisos y aporías. Aun así, la imaginación arquitectónica debe permanecer abierta a la simple verdad de que el mundo de la globalización corporativa, del "espacio basura" y del aparente estado de emergencia no es el único mundo posible ni el mejor de los mundos posibles.AbstractThe moment of truth occurs when you have no choice but to choose "affirmation or refusal, yes or no, up or down". No surfing, no hedging. Its a bit like stepping into a voting booth, with the caveat that various architectural fragments still exist which in one way or another have cast theri vote for what Fredric Jameson has offhandedly called the "party of Utopia". In that sense, a "realist" engagement with powersthatbe can still glimpse a "utopian" alternative, however dim its light or vague its outline. Like the act of voting "of deciding, of commiting to something" design is fraught with compromises and aporías. Still, the architectural imagination must remain open to the simple truth that the world of corporate globalization, of "junkspace" and of an apparently permanet state of emergency is not the only world posible, nor is it the best of possible worlds.