| Sumario: | Este artículo analiza y reflexiona sobre la universidad, su misión formadora y su consecuente producción de conocimiento. Estas funciones obligan a la universidad (y a los que forman parte de ella), a que acreciente y redirija sus actividades sustantivas (docencia, extensión e investigación) hacia la búsqueda de un conocimiento innovador para entender y dar respuestas a las dificultades relacionadas, entre otros aspectos, con la problemática medioambiental de la sociedad donde está inmersa. En la búsqueda de dar respuestas a esta situación, la universidad, debe asumir nuevos roles que a la vez le plantean una serie de retos: la necesidad de evaluar el impacto ambiental que el desarrollo de sus funciones acarrea, la implantación de la educación ambiental en el currículo universitario y la institucionalización del compromiso ambiental de las universidades. Esta situación le demanda a éste la adopción de estrategias que le permitan ser pertinente académicamente e investigando, sin dejar los principios que fundamentan la docencia universitaria. En consecuencia, con lo planteado, se mencionan algunos retos a los que se enfrenta la universidad, que es una institución educativa, que por sus particularidades únicas de institución formadora y generadora de conocimiento, la convierten en una organización social-educativa invaluable para impulsar proyectos y actividades que inciten a un cambio progresivo de quienes la conforman y poder actuar de forma responsable ante el medio ambiente
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