Beach dynamics and nest distribution of the leatherback turtle (Dermochelys coriacea) at Grande Riviere Beach, Trinidad & Tobago

La playa de Grande Riviere en Trinidad y Tobago es un sitio importante de anidación en el Caribe de la tortuga baula, Dermochelys coriacea; una tortuga marina en peligro de extinción. Los residentes estaban preocupados de que la erosión de la playa y las inundaciones estacionales estaban destruyendo...

Descripción completa

Detalles Bibliográficos
Autor principal: Lum, Lori Lee
Formato: Online
Idioma:eng
Publicado: Universidad de Costa Rica 2005
Acceso en línea:https://revistas.ucr.ac.cr/index.php/rbt/article/view/26661
Descripción
Sumario:La playa de Grande Riviere en Trinidad y Tobago es un sitio importante de anidación en el Caribe de la tortuga baula, Dermochelys coriacea; una tortuga marina en peligro de extinción. Los residentes estaban preocupados de que la erosión de la playa y las inundaciones estacionales estaban destruyendo muchos de los nidos y pensaron que un criadero era una solución. Durante la temporada de anidación del 2001, el Instituto de Asuntos Marinos de Trinidad y Tobago (Institute of Marine Affairs: IMA) determinó la distribución espacial y temporal de los nidos referenciados con respecto a varios puntos fijados por satélite (Global Positioning System), y la dinámica de la playa usando marcas permanentes del perfil de la playa, para determinar áreas de alto riesgo y áreas estables para los nidos. Se ubicó 1449 nidos. Fue evidente que al inicio de la temporada (marzo), la mayoría de los nidos estaban ubicados en el sector oriental de la playa. De abril a agosto la anidación se fue desplazando hacia el oeste conforme avanzaba la temporada, mientras que la erosión de la playa aumentaba en el sector oriental. La parte trasera se mantiene estable a lo largo de toda la playa durante toda la temporada de anidación. La erosión es predominante en el frente de playa del sector oriental, desde mediados hasta finales de la época de anidación. Patrones similares de “acreción” y erosión fueron observados en el 2000. No hubo inundaciones durante el estudio o en el año anterior. Como hay zonas de alto riesgo y zonas estables, no hay evidencia contundente para hacer un criadero.