| Sumario: | El banco de semillas juega un papel importante en el potencial de resiliencia de las áreas antropogénicas y sufre influencia de las variaciones estacionales. La heterogeneidad espacial y temporal de los bosques influye en la riqueza y la densidad del banco de semillas del suelo, pero hay una hipótesis de que tal influencia se puede cambiar en las zonas antropogénicas, donde esperaríamos encontrar menor riqueza y densidad de semillas en relación con el banco de semillas de los bosques maduros. La riqueza y la densidad estacional de semillas del espacio vertical del suelo de un bosque joven, con 17 años de abandono de cualquier actividad agrícola, fueron evaluadas y comparadas con las un bosque maduro. El estudio se realizó en el Instituto Agronômico de Pernambuco - IPA (Estação Experimental José Nilson de Melo), situado en Caruarú, Pernambuco, Brasil, en una zona de bosque seco tropical, conocida localmente como "caatinga". El clima local es estacional, la estación seca ocurre de septiembre a febrero y la estación de lluvias en los meses restantes. La precipitación promedio anual (series de tiempo de 30 años) es 692mm. En cada estación climática (lluviosa y seca), el banco de semillas fue muestreado en 210 parcelas de 20x20cm (105 en la hojarasca a 5cm de profundidad del suelo). La riqueza y densidad de semillas de las muestras del suelo fueron evaluadas por el método de emergencia de plántulas. El banco de semillas presentó 47 especies, con una predominancia de las herbáceas. Las variaciones estacionales de riqueza y densidad de semillas del suelo (hojarasca+suelo) no fueron significativas, pero 42 especies del bosque maduro todavía estaban ausentes en el banco de semillas del bosque joven, apesar de los 17 años de regeneración natural y de su proximidad con el bosque maduro. Aisladamente, el suelo presentó mayor riqueza y densidad de semillas que la hojarasca. La profundidad de depósito de semillas en el banco del suelo del bosque joven explicó significativamente 36% de la riqueza de especies y 16% de la densidad de semillas, con efecto significativo de interacción con la estación climática apenas sobre la riqueza de las especies, explicando más de 4% de la variación registrada. La densidad de semillas del bosque joven (1 277semillas/m2) fue más elevada que la del bosque maduro indicando, que a pesar del poco tiempo de abandono del cultivo, fue suficiente para la recuperación completa de la densidad de semillas.
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