Summary: | La memoria histórica se ha convertido en las últimas décadas en uno de los recursos más impresionantes para dar cuenta de los hechos y procesos históricos, particularmente de gravísimo signo dramático, que han vulnerado nuestras sociedades latinoamericanas a través del tiempo. El año 1944 se ha convertido en un referente cargado de gran simbolismo, en la lucha del pueblo salvadoreño por alcanzar una vida democrática. Auténtica vida democrática, no restringida a participación electoral, sino a construcción de una sociedad incluyente en lo social, económico y político. En el artículo, retomaremos a dos ejes, el testimonio y la literatura, que articulan esta memoria histórica de los testigos y sujetos- protagonistas de los hechos vividos en esa época. 1944 representa un pasaje glorioso y doloroso en la memoria histórica salvadoreña. Glorioso porque significó el triunfo popular frente al rostro más visible de un modelo político marcado por la tiranía, la exclusión y la violencia en todo sentido; doloroso porque no produjo la sostenida y necesaria apertura democrática que el país necesitaba y necesita.
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