Sumario: | Este texto es una reflexión sobre la escritura de la historia, a partir de la confluencia de tres elementos clave: las fuentes, en tanto material básico para la investigación histórica; el relato, que ordena y hace inteligible el problema en estudio, y la imaginación que permite al historiador «volver al pasado» y entender las razones que animaron a los protagonistas de su historia a hacer lo que hicieron. Al igual que en la literatura, un trabajo de historia requiere de un buen grado de imaginación y de capacidad expositiva; pero su verdadero valor radica en la solidez de la evidencia presentada, en su capacidad de análisis de la realidad estudiada, y sobre todo en su potencial explicativo.
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