Carta del Director

Julio es un mes cargado de simbolismo para nuestra Universidad por dos hechos cruciales. El 19 de Julio de 1972 se sucedió la intervención de los mal llamados cuerpos de seguridad (Benemérita Guardia Nacional, Policía Nacional, Policía de Hacienda, Sección de Investigaciones Criminales, SIC) así com...

Descripción completa

Detalles Bibliográficos
Autor principal: Hernández, David
Formato: Online
Idioma:spa
Publicado: Universidad de El Salvador. Editorial Universitaria 2022
Acceso en línea:https://revistas.ues.edu.sv/index.php/launiversidad/article/view/2238
Descripción
Sumario:Julio es un mes cargado de simbolismo para nuestra Universidad por dos hechos cruciales. El 19 de Julio de 1972 se sucedió la intervención de los mal llamados cuerpos de seguridad (Benemérita Guardia Nacional, Policía Nacional, Policía de Hacienda, Sección de Investigaciones Criminales, SIC) así como elementos y armamento de la Fuerza Armada (tanquetas, helicópteros, aviones sobrevolando el campus), a las instalaciones de nuestra Alma máter manteniéndola cerrada hasta finales de 1973. Después de 18 meses finalmente la abrieron con unas autoridades impuestas que fueron la prolongación de esa ocupación militar resguardada por un cuerpo represor de vigilantes, tristemente recordados como "los grises". El 30 de julio de 1975 sucedió la masacre efectuada por el mismo gobierno del tiranuelo que intervino la Universidad en julio de 1972, el fatídico coronel Arturo Armando Molina. Dicha intervención, realizada sobre la intersección de la entonces llamada 25 Avenida Norte (hoy Avenida Mártires Estudiantes del 30 de Julio en honor a esa gesta) y el paso d desnivel del Instituto Salvadoreño del Seguro Social (lSSS), dejó un saldo de varias decenas de estudiantes asesinados y desaparecidos. Dos fechas que analizamos en la presente edición de nuestra revista