Sumario: | Se argumenta que la novela policial es una apología de la racionalidad de la sociedad liberal y una legitimación ideológica de sus instituciones. El artículo brinda esa argumentación a través de un análisis textual que pretende comprender las condiciones de producción del género y la pertinencia de su lectura para identificar elementos que definen la construcción de la autorrepresentación de la sociedad liberal en que cristaliza esta literatura. El género exhibe las normas de la corrección política vigente en el Imperio Británico, actualmente se conocen bajo la denominación de moral victoriana, y que sirven de pautas ejemplarizantes de conducta social, pero que encubren con hipocresía las normas y costumbres características de la época. Asimismo, la ficción policial clásica ilustra la lógica y la sistematicidad de la investigación científica desde la racionalidad positivista que emerge de la tradición empirista inglesa. Se destaca también el talante racionalista e individualista del personaje protagónico como una representación del modelo antropológico cartesiano. El artículo indaga, además, la ambigüedad ideológica de una literatura que pontifica tanto al detective privado, en su calidad de representante del orden institucional, como al delincuente elegante cuyas fechorías podrían interpretarse como caos o escarnio de ese orden.
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