Sumario: | El presente artículo analiza las relaciones entre la literatura y la imagen visual desde la actividad del voyeur. El punto de partida es que la literatura, contrario al enfoque que la privilegia como operación sublimada de un creador mitificado, supone una intromisión extraña (del narrador y del lector) en un entorno ajeno aún cuando se trate de personajes de ficción. El esclarecimiento habría podido ser constatado a partir del desarrollo y consolidación de los medios de comunicación de masa, en particular el cine. Bajo este tamiz, se analizan dos obras literarias significativamente contemporáneas -El mirón (Le voyeur, 1952) de Robbe-Grillet y El hombre que mira (L'uomo che guarda, 1985) de Alberto Moravia- que desde el enfoque fenomenológico y el freudiano respectivamente evidencian la figura del voyeur y sus mecanismos de construcción en la literatura universal.
|