Sumario: | En este estudio se analizan los cuentos de la salvadoreña Claudia Hernández “Hechos de un buen ciudadano I” y “Hechos de un buen ciudadano II” a partir de la estética fantástica sostenida en la parodia, el absurdo y la simulación. Lo paródico aparece como una nueva forma de realismo donde se expone una realidad concreta: un Estado de derecho simulado, en el cual se invisibilizan situaciones de brutalidad y violencia que afectan a los habitantes de esa sociedad. La violencia es representada en los numerosos cadáveres que aparecen en las casas y en la ocurrencia de otros hechos grotescos y siniestros, vistos como normales por todos los personajes. El “buen ciudadano”, protagonista de los textos, en armonía con la sociedad donde vive, simula ser un buen hombre, sin embargo, su narración y actuaciones lo descubren al final como un monstruo.
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