Sumario: | La aparición de un periódico como La Chispa, en febrero de 1926, puede ser leída como expresión de la primera gran crisis ocurrida en la historia del todavía joven Partido Comunista Argentino (PCA). Una tensión creciente provocada por desacuerdos tácticos y estratégicos, y desavenencias cada vez mayores en torno a la manera de concebir la acción política y la construcción de un poder orientado en un sentido revolucionario, fueron elementos que si bien estuvieron presentes desde los orígenes mismos del comunismo argentino (incluso cuando éste todavía no adoptaba esta denominación y en cambio se hacía llamar Partido Socialista Internacional), terminaría finalmente por estallar a mediados de los años ’20. Sin pretender aislarse de la creciente red revolucionaria que se iba tejiendo en todo el mundo teniendo como centro a Moscú, La Chispa, y a través suyo, el Partido Comunista Obrero, pretendieron construir un movimiento comunista distinto y alternativo a aquel otro que encarnaba la versión oficial en torno al liderazgo de José Fernando Penelón, rodeado por dos dirigentes en rápido ascenso, Victorio Codovilla y Rodolfo Ghioldi.
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