Summary: | El artículo muestra un contraste entre la representación cartesiana del conocimiento y, en general, de la actitud y la actividad teórica, y la concepción que tiene Habermas sobre el tema y su relación con el interés. Se pretenderá ver en esta comparación que la aproximación cartesiana al problema del conocimiento no es adecuada debido a que, en primera instancia, no está consciente de las condiciones reales que lo hacen posible, y además no hace una presentación coherente del conocimiento como producto de un pensamiento racional. Más bien, el cartesianismo permite dar continuidad a una tradición que hace de la teoría una suerte de iluminación y comunicación mística con poderes superiores.
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