| Summary: | El artículo hace una reflexión sobre el actual sistema de justicia penal costarricense, del por qué este no está respondiendo adecuadamente a los requerimientos de una sociedad en constantes cambios, así como de la relación existente entre ciertos factores económicos, sociales y culturales que inciden en la práctica de políticas criminales que no han sido las más asertivas, en el difícil camino del control social por parte de las instituciones del Estado como respuesta o reacción ante la comisión de conductas desviadas consideradas delitos. Se expone además, la tesis de que el sistema penitenciario tal y como se concibe hoy, no da posibilidad de cumplir los fines que le son asignados, sean la prevención especial de los infractores de la ley penal, y de como impulsando medidas de inclusión social, podría no solo favorecerse la prevención general tanto positiva como negativa, sino también humanizar la forma en que se reacciona frente a esa realidad.
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