Prueba costarricense: evaluación del desarrollo integral de la niña y el niño de 0 meses a 6 años de edad (EDIN II)

La prueba para la Evaluación del Desarrollo Integral de la niña y el niño de 0 meses a 6 años de edad (EDIN II) es la versión actualizada de la prueba de tamizaje costarricense EDIN. El objetivo de este trabajo fue analizar la prueba EDIN II para su posterior aplicación y el tamizaje del desarrollo...

Descripción completa

Detalles Bibliográficos
Autores principales: Quezada Ugalde, Ana María, Solís Cordero, Katherine, González Serrano, Sunny, Zúñiga Baldi, Carolina
Formato: Online
Idioma:spa
Publicado: Universidad de Costa Rica 2019
Acceso en línea:https://revistas.ucr.ac.cr/index.php/enfermeria/article/view/34959
Descripción
Sumario:La prueba para la Evaluación del Desarrollo Integral de la niña y el niño de 0 meses a 6 años de edad (EDIN II) es la versión actualizada de la prueba de tamizaje costarricense EDIN. El objetivo de este trabajo fue analizar la prueba EDIN II para su posterior aplicación y el tamizaje del desarrollo integral de los infantes. Fue un estudio de tipo descriptivo cuantitativo y cualitativo. Se utilizó la técnica de juicio de expertos y la aplicación de la prueba a una muestra de 380 niñas y niños. Los resultados más significativos de la prueba fueron el cambio en la calificación de acuerdo con el sistema de semáforo, la inclusión de un nuevo grupo de edad de 12 a 15 meses y de 15 a 18 meses, se incorpora la edad corregida para infantes menores de 2 años de edad, y la separación del apartado de valoración neurológica. Por otra parte, hubo cambios específicos en los ítemes, para los cuales fue necesario eliminar, realizar modificaciones de forma y también la creación de nuevos ítemes que consideraran los hitos de desarrollo, por lo que quedaron 287 ítemes (eran 284 ítemes) en cinco áreas del desarrollo y 20 grupos de edad. Se especificó la ejecución de los ítems en el instructivo y se sustituyó los materiales para evaluar las nuevas conductas. Se concluye que el EDIN II debe ser sometido a procesos de validación subsecuentes, con el fin de que pueda ser incluido en las políticas públicas de atención a la población infantil.