Sumario: | La pandemia del COVID-19 transformó las aulas de toda la educación, incluida la educación infantil, lo que obligó que las educadoras pasaran de trabajar en el aula presencial a realizar actividades a través de una pantalla. Para comprender en mayor profundidad la labor pedagógica que realizaron las educadoras en este período, el objetivo de este estudio fue explorar y describir cómo un grupo de educadoras chilenas reconceptualizaron su rol pedagógico durante la pandemia. Para analizar cómo esta experiencia vital en su vida profesional afectó sus identidades docentes debido a una situación de emergencia, se realizaron entrevistas semiestructuradas a educadoras de kínder y prekínder de escuelas públicas chilenas y, posteriormente, se analizaron a través de la teoría fundamentada. Sus resultados manifiestan que hay tres grandes roles que identifican las educadoras: en función de la relación con las familias, en función de la toma de decisiones y en función de su identidad profesional. Se analizaron dichas funciones en torno al nivel de autoeficacia de las educadoras, que, si bien en un inicio se vio disminuido debido a los abruptos cambios que se vieron enfrentadas, finalmente fue un impulso para empoderarse y no sólo educar a niños y niñas, sino también a sus familias, quienes podían llegar de manera directa a interactuar con el niño o niña en el hogar. Los desafíos enfrentados durante la pandemia se relacionan con aspectos que afectan el trabajo de las educadoras no solo en situaciones de emergencia, como la relación con las familias. De este modo, se discute cómo lo ocurrido durante la pandemia puede tener consecuencias para el trabajo de las educadoras en condiciones de normalidad. Futuros estudios son necesarios para continuar explicando el sentido de profesionalización de las educadoras, que históricamente se ha visto aminorado por la carga de cuidado que conlleva cumplir este rol.
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