IN MEMORIAM FRANZ J. HINKELAMMERT (12 de enero de 1931 – 16 de julio de 2023) (Semblanza de su legado intelectual)

Henry Mora Jiménez   Tuve la dicha de poder conversar con Franz Hinkelammert apenas dos semanas antes de su partida física, aunque fuese por vía telefónica. Los dos quedamos sumamente contentos. Yo, por notar en él una notable mejoría luego de varias semanas postrado en su cama bajo constan...

Descripción completa

Detalles Bibliográficos
Autor principal: Jiménez, Henry Mora
Formato: Online
Idioma:spa
Publicado: Universidad Nacional, Costa Rica 2023
Acceso en línea:https://www.revistas.una.ac.cr/index.php/economia/article/view/18873
Descripción
Sumario:Henry Mora Jiménez   Tuve la dicha de poder conversar con Franz Hinkelammert apenas dos semanas antes de su partida física, aunque fuese por vía telefónica. Los dos quedamos sumamente contentos. Yo, por notar en él una notable mejoría luego de varias semanas postrado en su cama bajo constante escrutinio médico; y él, por enterarse de la pronta reimpresión de su último libro en la Universidad Nacional, por la publicación de otro libro suyo en Cuba y, más aún, por el seminario sobre su obra que desde México se planifica para realizarse el próximo noviembre. Fue como en los viejos tiempos, cuando a menudo conversábamos sobre el avance de las obras en que trabajamos juntos o de aquellas suyas que yo con entusiasmo le revisaba (aunque solo fuese para seguir aprendiendo); conversaciones siempre enriquecidas con sus agudos comentarios sobre el acontecer mundial que tanto le preocupaba. En los últimos meses, de hecho, le atormentaba el triste papel de lacayos que han venido jugando los gobernantes de su patria, Alemania, en la OTAN. Y es que su lucidez, su brillo y su ternura le acompañaron hasta el último momento. Franz nos deja un colosal legado al pensamiento crítico emancipatorio y al humanismo de la praxis, y nos deja también un recuerdo imborrable de una vida plena y extraordinariamente productiva dedicada a enseñarnos que todavía es posible evitar el suicidio colectivo de la humanidad, siempre que nos guiemos por una racionalidad de la vida, de la convivencia y de la solidaridad, especialmente con quienes más sufren, los oprimidos y explotados del mundo (naturaleza incluida, como solía decir). Conocí en persona a Franz Hinkelammert en 1988, cuando nos impartió el módulo de un curso en la maestría de economía en la Universidad Nacional, Costa Rica. El tema de sus clases: el sistema de coordinación del trabajo social, planificación y mercado. Para entonces, yo conocía sólo una pequeña parte de su obra intelectual, pero quedé gratamente sorprendido por la potencia de su pensamiento y de su personalidad. Años después lo busqué para que me dirigiera la tesis doctoral, un periodo en que le conocí sobre todo como ser humano, cuando lo visitaba con frecuencia en su oficina en el DEI. Su impacto en mi fue aun mayor, al descubrir tanta sabiduría y humildad, tanta fortaleza y bondad, tanta altura intelectual y generosidad, en una misma persona, combinación poco común en pensadores de renombre mundial. En una ocasión una amiga colombiana me expresó: “que suerte la de ustedes los ticos, que tienen a Franz tan cerca”. ¡Cuanta verdad! Luego, a finales de 1999 le realicé una entrevista en la que pasamos revista de su obra hasta entonces más conocida, y así nació una gran amistad y un proyecto de colaboración que duraría veintitrés años. Para poder realizar aquella entrevista tuve que estudiar varios de sus libros, especialmente, Dialéctica del Desarrollo Desigual (1970), Crítica de la Razón Utópica (DEI, 1988) y El Mapa del Emperador (DEI, 1996). Y fue en ese momento cuando decidí que era urgente poner en un solo texto los aportes de Hinkelammert a la crítica de la economía política. Fue así como en 2001 publicamos Mercado, División Social del Trabajo y Reproducción de la Vida Humana y posteriormente, en 2005, la primera edición de Hacia una economía para la vida, ambos publicados por el DEI. Franz nunca se preocupó demasiado por difundir ampliamente sus obras, y la mayoría de ellas han sido publicadas por editoriales locales. A pesar de eso, su pensamiento es muy conocido en los medios de la intelectualidad crítica en América Latina y en sus círculos de cooperación y debate en Alemania y Suiza. Pero es muy posible que su obra será mucho más conocida a partir de ahora, como suele suceder con autores de su estatura intelectual. A riesgo enteramente personal, quiero dividir la trayectoria del pensamiento de Franz Hinkelammert en cuatro períodos (según mi apreciación y desde un punto de vista cronológico): Sus diez años de estadía en Santiago de Chile (1963-1973), durante los cuales, según sus propias palabras, termina su período de formación académica. Esta fase incluye dos de sus obras principales en Chile: Dialéctica del desarrollo desigual e Ideologías del desarrollo y dialéctica de la historia. Durante esta época se concentró en la economía política y en la sociología económica. El camino hacia la madurez de su pensamiento (1977-1984). Es la época en la que funda en Costa Rica el Departamento Ecuménico de Investigaciones (DEI) junto a Hugo Assmann (1933-2008) y Pablo Richard (1939-2021). Su madurez intelectual la alcanza Hinkelammert con Crítica a la razón utópica, una de sus obras más conocidas. Casi tres años de este período los vivió en Honduras, como codirector del postgrado centroamericano en economía y planificación del desarrollo de la UNAH. Luego tenemos sus años de intenso trabajo en la línea economía-teología (1985-2006), siempre desde el DEI y con obras como Democracia y Totalitarismo (DEI, 1987), Sacrificios Humanos y Sociedad Occidental (DEI, 1993), Cultura de la Esperanza y sociedad sin exclusión (DEI, 1995), El grito del sujeto (DEI, 1998) y, El asalto al poder mundial y la violencia sagrada del imperio (DEI, 2003). En esta etapa Hinkelammert constituye su ética del sujeto (“yo soy si tu eres”, “yo vivo si tu vives”) y se convierte en un preclaro exponente de la teología latinoamericana de la liberación. Finalmente, su último período (2007-2023), en el que retoma y profundiza sus “críticas” a la razón mítica y al totalitarismo del mercado, al tiempo que afina su proyecto del humanismo de la praxis (“el ser humano como ser supremo para el ser humano”), que según Hinkelammert se inicia con Marx y su imperativo categórico de “echar por tierra todas las relaciones en que el hombre sea un ser humillado, sojuzgado, abandonado y despreciable”. Tengamos presente que el humanismo de la praxis que propone Hinkelammert en estos años es, nada más y nada menos que su revisión y actualización (ciertamente parcial) del materialismo histórico de Marx y Engels, una vez hecha, entre otras, la crítica de la religión que, a su juicio, Marx dejó incompleta. De este período debemos mencionar La maldición que pesa sobre la ley. Raíces del pensamiento crítico en Pablo de Tarso (Arlekín, 2010), una contribución decisiva al estudio de las raíces del pensamiento crítico y su inversión con el marco categorial de san Agustín (el termidor del cristianismo). Y es en esta obra donde, como último capítulo, Hinkelammert nos presenta su “programa de investigación”, centrado en el análisis de la crisis actual, los mitos del poder y, la crítica de la economía política y de su antropología (el valor de uso, la reflexión trascendental, la legalidad del mercado y, la irracionalidad de lo racionalizado). Quienes deseen introducirse en el pensamiento de Hinkelammert pueden consultar estas dos obras: Teología Profana y Pensamiento Crítico. Conversaciones con Franz Hinkelammert (CLACSO/CICCUS, 2012), una larga pero muy didáctica y bien diseñada entrevista realizada por Estela Fernández y Gustavo Selnik; y Razones que matan y la respuesta del sujeto. Introducción al pensamiento crítico emancipatorio (Hinkelammert y Mora, 2021 y próxima a publicarse en Cuba). Ambas disponibles, junto a toda la obra publicada de Hinkelammert, en la colección digital de sus obras gestionada desde la UCA, San Salvador. Sus apuntes autobiográficos más completos los encontramos en Lo indispensable es inútil. Hacia una espiritualidad de la liberación (Arlekín, 2012). A continuación hago un repaso (necesariamente incompleto) de los aportes más importantes de Franz Hinkelammert al pensamiento crítico a través de sus obras más reconocidas. Dejo de lado sus trabajos más “económicos”, recogidos básicamente en Hacia una economía para la vida, un libro con seis ediciones en cinco países de América Latina. Durante mis años de docente en temas del “desarrollo” en la Universidad Nacional, estudiábamos en profundidad Dialéctica del Desarrollo Desigual (Amorrortu 1970, EDUCA 1984), una obra que, considero, los teóricos latinoamericanos de la dependencia no supieron aquilatar. En ella, Hinkelammert propone una teoría del desarrollo capitalista desigual, que se fundamenta en una teoría del desequilibrio en el espacio económico y establece claramente las condiciones históricas y teóricas para el surgimiento del subdesarrollo capitalista, que Hinkelammert no confundió con la condición de dependencia ni con la situación periférica. Además, pasa en ella revista a los principales problemas de la “acumulación socialista”, mucho antes de que la crisis del socialismo real se hiciera evidente y con sugestivas y siempre respetuosas sugerencias, especialmente para los hermanos cubanos. Y es que nunca respaldó (entre otros puntos) la hiper estatización de la economía cubana. Ese mismo año Hinkelammert publica un libro a mi juicio incomprendido hasta hace muy poco: Ideologías del Desarrollo y Dialéctica de la Historia (Universidad Católica de Chile, 1970). Considero esta obra el “laboratorio teórico” de Hinkelammert, ya que en ella nos presenta, muchas veces aun en fase de gestación, el núcleo de su pensamiento inicial: su crítica a la ideología liberal de los siglos XVIII y XIX, su crítica recuperadora de Marx, lo mismo que sus críticas originales al neoliberalismo, al neocapitalismo y al desarrollismo socialista. Pero la mayor parte de esta obra se dedica a lo que Hinkelammert denomina la dialéctica de la historia y su necesaria conclusión en una dialéctica trascendental; temas a los que regresará a lo largo de su vida. ¿Y quién no tiene presente Las Armas Ideológicas de la Muerte (DEI, 1977, 1981)? un largo y exquisito ensayo que bien podemos entender como una crítica teológica del capitalismo. De este texto es muy conocido su capítulo primero (Fetiches que matan), un aporte extraordinario de Hinkelammert a la teoría del fetichismo de Marx, en el cual retoma y amplía trabajos previos publicados en Chile a inicios de los años 70. También encontramos aquí una exposición crítica de la doctrina social de la iglesia, sobre todo en su versión más conservadora y hostil a la teología de la liberación. Con Crítica a la razón utópica (DEI 1981, desclée, 2002), Hinkelammert llega a su madurez intelectual. En ella critica los marcos categoriales del pensamiento social contemporáneo (el neoliberalismo, el anarquismo, el pensamiento conservador y el pensamiento soviético), bajo un mismo hilo conductor: la crítica de la ingenuidad utópica en las ciencias sociales. Este libro también nos dejó un aleccionador ajuste de cuentas con K. Popper y una larga y profunda reflexión sobre el espacio para las alternativas al capitalismo y el papel del sujeto humano en los procesos de liberación. Conviene leer y releer estos aportes, aún vigentes en lo fundamental. El Mapa del Emperador (DEI, 1996) es para mi uno de los ensayos científicos más brillantes de Hinkelammert. Seguramente su parte más leída ha sido el capítulo primero, en el que da una forma definitiva a su tesis de “la irracionalidad de lo racionalizado”, el núcleo de su crítica del capitalismo y de la modernidad, que traducida a lenguaje popular la expresa como “no debes cortar la rama del árbol sobre la cual estás sentado”. Pero no menos valioso es su último capítulo sobre determinismo y autoconstitución del sujeto, en el que amplia y enriquece la ley del valor de Marx, justo en aquello que en ésta poco se enfatiza: una ley que se impone “a espaldas de los productores” y que constituye un orden por el desorden (el orden del mercado, un caos ordenado), una constante en su reflexión desde 1970 pero que en esta obra adquiere un nivel inusitado de profundidad y claridad. Por cierto, Hinkelammert nos enseñó también a leer El capital de Marx de una forma rigurosa pero no dogmática. Sus teorías del valor, de la plusvalía y de las clases sociales, entre otras, adquieren un significado mucho más profundo y fructífero en la interpretación que les da Hinkelammert. En 2003, la editorial de la Universidad Nacional (Costa Rica), publica El sujeto y la ley. El retorno del sujeto reprimido. Con esta colección de ensayos Hinkelammert gana en Costa Rica el Premio de Cultura Aquileo J. Echeverría y en Venezuela el Premio Libertador Simón Bolívar, e incluye textos fascinantes sobre Adam Smith, Nietzsche y David Hume, así como otros propios de la coyuntura mundial de la época. De 2007 es su obra Hacia una crítica de la razón mítica. El laberinto de la modernidad (DEI, 2007). Y es que una crítica de la razón mítica es la conclusión necesaria de sus críticas anteriores: su crítica de las ideologías, su crítica de la religión y su crítica (discernimiento) de las utopías. Ninguna de estas críticas es una pretendida destrucción de lo criticado, sino una crítica dialéctica, que critica las incoherencias y los fetiches, recuperando al mismo tiempo lo que haya de valioso en el pensamiento criticado. Hinkelammert nos enseñó a practicar esto con todos los grandes (y muchos) autores clásicos que estudió, desde F. Hayek hasta M. Weber y, por supuesto, Marx. Esta obra tiene un capítulo sorprendente (Prometeo. El discernimiento de los dioses) que hizo a Hinkelammert entrar en una agria disputa teórica y teológica con algunos de sus colegas en el DEI; del que finalmente se desliga (no así de sus amigos y amigas) para fundar y dirigir el Grupo de Pensamiento Crítico (GPC) que ha trabajado desde Costa Rica pero con alcance en toda América Latina y el Caribe. En la última década de su vida Hinkelammert trabajó especialmente en dos preocupaciones centrales: la crítica del mercado total y la recuperación del humanismo de la praxis, que funda Marx. De esta época es su libro Totalitarismo del Mercado (Akal, 2017), prologado por el recordado amigo Juan José Bautista (1959-2021), que reúne algunos de sus principales aportes sobre el tema. El problema no es el mercado, insistió toda su vida, el problema es el mercado total y su inaudita pretensión de convertir todo en mercancía. En esta época tuvo un acercamiento muy provechoso a la obra de K. Polanyi. Buscando una Espiritualidad de La Acción: El Humanismo de la Praxis (Arlekín, 2020), es una obra colegiada del GPC editada por Hinkelammert. Su hilo conductor: la necesidad de una espiritualidad de la acción en la línea del humanismo de la praxis. Como mencionamos anteriormente, se trata de una línea de investigación siempre presente pero a la que Hinkelammert le dedicó un especial énfasis en la última década. El cambio en “las estructuras”, nos decía, es necesariamente insuficiente si no es acompañado por un cambio en el ethos y en la espiritualidad de la cultura occidental. También en 2020 se publica la primera edición de Cuando Dios se hace hombre el ser humano hace la modernidad. Crítica de la razón mítica en la sociedad occidental (Arlekín, 2020), con una segunda edición, ampliada y revisada en 2022 (UNA, 2022). Esta, su última obra (y él lo sabía) es, dicho en sus propias palabras, su testamento intelectual. Por su título pareciera un libro sobre teología (teología profana en todo caso), pero su subtítulo es mas revelador, y es que en ella Hinkelammert concluye el largo camino (iniciado en 1970) de sus críticas (al estilo de las críticas de Kant) al utopismo ingenuo, asentando su exposición en dos términos centrales que fue reformulando a lo largo de varias décadas: los conceptos trascendentales y su crítica de la ilusión trascendental. Mucho camino había recorrido desde que en 1970 se refirió a los “concepto límite” y a la “mala infinitud”, este último tomado de Hegel. Pero también retorna a Pablo de Tarso y a su primera declaración de derechos humanos centrada en la igualdad humana, tema que también fue una constante a lo largo de toda su vida. Hinkelammert llegó a considerar a san Pablo como el primer intelectual crítico de la historia. Franz Hinkelammert no fue un “tratadista”, nunca buscó escribir la última palabra sobre tema alguno. Al contrario, siempre deja la puerta abierta para el desarrollo, la crítica y autocrítica de sus ideas. A quienes nos consideramos sus discípulos, cientos de hombres y mujeres esparcidos sobre todo en América Latina y el Caribe, nos corresponde el honor y el compromiso de que su potente mensaje de vida, hermandad y solidaridad perdure por siempre.