Capítulo I: Capitalismo, democracia y desarrollo: entre el realismo y la utopía

Adam Smith se maravilló con los resultados de la división del trabajo y del cambio desarrollado en una economía de mercado (el mecanismo de la “mano invisible”); pero llamó la atención sobre los límites a largo plazo del proceso capitalista de acumulación, que parecía imponer una tendencia a la baja...

Descripción completa

Detalles Bibliográficos
Autor principal: Mora Jiménez, Henry Manuel
Formato: Online
Idioma:spa
Publicado: Universidad Nacional, Costa Rica 2001
Acceso en línea:https://www.revistas.una.ac.cr/index.php/economia/article/view/1545
Descripción
Sumario:Adam Smith se maravilló con los resultados de la división del trabajo y del cambio desarrollado en una economía de mercado (el mecanismo de la “mano invisible”); pero llamó la atención sobre los límites a largo plazo del proceso capitalista de acumulación, que parecía imponer una tendencia a la baja de las ganancias. David Ricardo fue un firme defensor del libre comercio y propuso la teoría de las “ventajas comparativas”, pero avanzó el descubrimiento del fundamento económico de la lucha de clases, que él ubicó en la pugna distributiva por el “producto neto” y en la ley de los rendimientos decrecientes.John Stuart Mill realizó una síntesis sincrética de la Escuela clásica inglesa y del desarrollo capitalista hasta mediados del siglo XIX, pero incorporó en su marco conceptual la contradicción entre la producción y la distribución (la eficiencia y la equidad), y adelantó la teoría del “estado estacionario”. Karl Marx reconoció e incluso elogió, la “misión histórica civilizadora” del capitalismo y el gigantesco desarrollo de las fuerzas productivas que el mismo ha hecho posible, pero dedicó gran parte de su vida a demostrar científicamente los efectos autodestructivos sobre el ser humano y sobre la naturaleza que el capitalismo conlleva en sus entrañas.