| Sumario: | Este ensayo procura compartir algunas reflexiones surgidas en la práctica de la autora, quien fuera parte de un proceso de acompañamiento desarrollado en el Caribe de Nicaragua, en el contexto post desastre por la ocurrencia del impacto que significó el ingreso de dos huracanes al país en el año 2020. El propósito es colocar en voz alta la necesidad de documentar las actuaciones que se procuran en concepto de acompañamiento psicosocial, recuperación emocional o de acompañamiento en situaciones críticas como han sido denominadas, principalmente cuando se desarrollan en contextos de emergencia y atención a desastres y más aún, cuando estas ocurren en realidades de diversidad cultural necesaria de revalorizar. Destacar entonces, la importancia de repensar las propuestas, las categorías conceptuales empacadas en concepto de ayuda, investigar y proponer con base en la observación y escucha sensible, actuaciones que efectivamente puedan favorecer acompañamientos integrados a la cosmovisión de los pueblos, ajustado a sus necesidades, narrativas y vínculos con el entorno, expresado en las relaciones entre las personas, las familias y las comunidades especialmente, cuando los eventos persisten en ciclos que van y vienen y convocan a aprender e invocar la esperanza para renacer en la armonía del todo.
Desde el diálogo, basado en la narrativa de mujeres, hombres, jóvenes, estudiantes, trabajadores fue tejiéndose la historia para recuperar lo vivido, para encontrar las claves culturales y simbólicas que favorecieron mirarse, llorar y fortalecerse en lo común y lo diverso, en comunidad.
A ellas y ellos, hermanos y hermanas va dedicada esta escritura, agradeciendo la posibilidad de aprender en el privilegio que significó la posibilidad de acompañar la esperanza de la reconstrucción colectiva para el buen vivir.
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