Tres conceptos y ocho estrategias para el desarrollo urbanístico de Managua a partir de 2017

Ante la pregunta sobre las expectativas de desarrollo urbano para Managua 2017, resulta difícil establecer un orden sobre las prioridades de la planificación territorial y urbana en la ciudad capital. El orden de prioridad está relacionado con las oportunidades de inversión y transformación de la ci...

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Detalles Bibliográficos
Autor principal: Guerrero, Napoleón
Formato: Online
Idioma:spa
Publicado: Universidad Nacional de Ingeniería 2017
Acceso en línea:https://www.camjol.info/index.php/arquitectura/article/view/9146
Descripción
Sumario:Ante la pregunta sobre las expectativas de desarrollo urbano para Managua 2017, resulta difícil establecer un orden sobre las prioridades de la planificación territorial y urbana en la ciudad capital. El orden de prioridad está relacionado con las oportunidades de inversión y transformación de la ciudad, con la formulación de un modelo de ciudad capaz de responder a criterios de sostenibilidad, resiliencia y racionalidad, y que además, propicie oportunidades para el desarrollo integral de los ciudadanos, y defina a nivel formal y espacial, los ambientes necesarios y adecuados para la habitabilidad. Estos objetivos exigen ser operativo en materia de urbanismo, pero sin caer en el pragmatismo. No podemos olvidar que la ciudad es para ser habitada. El pragmatismo utilitario y especulativo a cosificado la ciudad y tiende a convertirla en objeto-mercancía, en casos extremos, un lugar exclusivo de negocio, extracción de recursos y gestión administrativa, falto de ética, y ciertamente así lo ha sido en la historia en algunas ocasiones. Sin embargo, aquellas ciudades que reconocemos como bellas, son las que no olvidaron su finalidad esencial y consiguieron un equilibrio entre las actividades económicas y el proceso de construcción de la misma ciudad. Para conseguir una ciudad humana y bella es debido establecer una relación justa entre la dinámica económica y los aspectos normativos que rigen su propia construcción y habitabilidad. En este sentido, preguntémonos, por qué los planes de urbanismo no han logrado dirigir la dinámica de transformación de la capital? Quizá en esta pregunta encontremos la indicación para establecer un cierto principio de la planificación urbanística para 2017 y los años siguientes, porque un plan de ciudad tiene necesariamente una programación en el tiempo ordenada en tres fases, a corto, mediano y largo plazo. La planificación requiere de períodos de tiempos distintos y más prolongados que la simple construcción de infraestructuras y edificios, por esto deben ser objeto de mayor reflexión y estudio.