Evaluación de la pérdida y desperdicio de alimentos en el Instituto Tecnológico de Costa Rica

Se estima que una tercera parte de los alimentos producidos en el planeta se pierde o desperdicia, como consecuencia de técnicas inadecuadas de cultivo y factores de comportamiento relacionados con el consumidor. Esta situación ha generado importantes repercusiones sobre el ambiente, la economía y l...

Descripción completa

Detalles Bibliográficos
Autores principales: Rodríguez-Rodríguez, Alina, Mejías-Elizondo, Raquel, Acuña-Piedra, Andrea, Vindas-Chacón, Carolina
Formato: Online
Idioma:spa
Publicado: Editorial Tecnológica de Costa Rica (entidad editora) 2021
Acceso en línea:https://revistas.tec.ac.cr/index.php/tec_marcha/article/view/5160
Descripción
Sumario:Se estima que una tercera parte de los alimentos producidos en el planeta se pierde o desperdicia, como consecuencia de técnicas inadecuadas de cultivo y factores de comportamiento relacionados con el consumidor. Esta situación ha generado importantes repercusiones sobre el ambiente, la economía y la sociedad, afectando en mayor medida a los países cuya alimentación depende de las importaciones. Como respuesta, naciones de todo el mundo han diseñado diversas estrategias para disminuir el desperdicio y aumentar la seguridad alimentaria de sus habitantes. En el caso de Costa Rica, se crea en el año 2014 la Red Costarricense para la Disminución de Pérdidas y Desperdicio de Alimentos, con la finalidad de diseñar estrategias para minimizar las pérdidas y desperdicios en el territorio costarricense. Es así como en el año 2018, el Instituto Tecnológico de Costa Rica se suma a los esfuerzos nacionales al realizar una evaluación en el Restaurante Institucional del Campus Tecnológico Central, sobre la cantidad de alimentos descartados durante su almacenamiento, preparación y consumo. Los resultados señalaron que durante una semana lectiva se generan 927,75 kg de residuos orgánicos de los cuales el 55% se descartan como producto de la pérdida y desperdicio de alimentos. De esta manera se determinó que el 9,56% de los alimentos producidos terminan siendo desechados. Estos datos forman parte de una línea base, a partir de la cual se evaluará la aplicación de nuevas estrategias que permitan mejorar la gestión de los alimentos en la Institución.