Sumario: | El actual movimiento feminista surcoreano, también referido como reboot, tuvo su origen en las comunidades virtuales en 2015, para luego manifestarse en el espacio público, a través de protestas y performances. Las prácticas discursivas de plataformas como Megalia y Womad han impactado la percepción social y mediática que reconoce al movimiento como un feminismo radical. A partir de entrevistas en profundidad con miembros del movimiento, este trabajo indaga expresiones que disuadan la representación radical como única del fenómeno. Los testimonios feministas revelan un uso estratégico de la etiqueta radical para amplificar el impacto de sus demandas. Sin embargo, este ejercicio discursivo oculta los proyectos interseccionales que cuestionan las estructuras sociales de género y, finalmente, parece legitimar la homogeneización del reboot.
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