| Sumario: | La fresa es uno de los cultivos más importantes tanto a nivel económico como nutricional. Sin embargo, enfrenta diversos desafíos debido a plagas como gusanos jobotos, cortadores y ácaros, que afectan su rendimiento y calidad. El método convencional de propagación mediante estolones presenta altos costos laborales y el riesgo de transmisión de enfermedades, lo que hace que la introducción de aquenios in vitro sea una alternativa crucial. Por ello, se evalúan diferentes tratamientos, como la exposición a radiación, incubación a bajas temperaturas, variaciones en las condiciones ambientales y distintas dosis de hipoclorito de sodio con tiempos de exposición variados. La micropropagación in vitro emerge como una solución para la producción de clones libres de patógenos y la mejora de características genéticas, procesos que requieren el uso de reguladores de crecimiento y aminoácidos, cuya eficacia depende de factores como la dosis, el tipo de explante y las condiciones ambientales. Para optimizar estos parámetros, se probaron varios explantes, observándose que la hoja inferior y la yema son los más eficientes para inducir la formación de callo debido a su morfología y mayor densidad celular. En cuanto a los medios de cultivo, el Medio 3 destacó por ofrecer la mejor sobrevivencia de explantes, con un 26%, aunque no se observaron diferencias significativas entre los medios. En la etapa de proliferación, el Medio 3 mostró el mejor rendimiento al promover la regeneración y la formación de brotes, los cuales presentaron estructuras totipotentes y fibrosas.
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