DE LA VISIÓN DE HOMOGENEIDAD DE LA VITIVINICULTURA DEL OASIS NORTE DE MENDOZA, A LA DIVERSIDAD DE LOS TERRITORIOS VITIVINÍCOLAS QUE LA POSICIONAN A NIVEL MUNDIAL

La vitivinicultura argentina constituye una actividad agroindustrial especializada que caracteriza los oasis de la franja noroeste y centro-oeste del país. En este contexto espacial, Mendoza representa más del cincuenta porciento tanto de la superficie cultivada con vid como de la producción de vino...

Descripción completa

Detalles Bibliográficos
Autores principales: García, Griselda, Parra, Graciela
Formato: Online
Idioma:spa
Publicado: Universidad Nacional, Costa Rica 2012
Acceso en línea:https://www.revistas.una.ac.cr/index.php/geografica/article/view/2346
Descripción
Sumario:La vitivinicultura argentina constituye una actividad agroindustrial especializada que caracteriza los oasis de la franja noroeste y centro-oeste del país. En este contexto espacial, Mendoza representa más del cincuenta porciento tanto de la superficie cultivada con vid como de la producción de vino y su comercialización. La geografía de la vid y el vino de Mendoza experimenta transformaciones, por lo que, con un contenido temático y cartográfico se han confeccionado diversos Atlas del Potencial vitivinícola de Mendoza. A través de ellos se muestran distintas dimensiones de los cambios que diferencian los lugares, son los “territorios vitivinícolas”.”. En esta oportunidad, se presentan tres perfiles distintos dentro del oasis norte mendocino que forman parte de los “Atlas”: Uno, con un perfil netamente innovador, encaminado en la nuevas tendencias vitivinícolas: departamento Luján de Cuyo. Otro, en el que se conjuga una actividad agroindustrial con tradición y trayectoria empresarial, más impactado por procesos urbanizadores: Maipú. Un tercer rasgo, aquél departamento en el cual se vivencia una vitivinicultura tradicional con incipientes indicios de cambios, en expansión: General San Martín. En los tres casos la valoración del potencial vitícola se enriquece cuando se descubre la capacidad "del lugar", para generar una viticultura original; se evalúa, a partir de la superficie cultivada con vid, la composición de cepajes de los viñedos, la dinámica de crecimiento diferenciadas, innovaciones y calidad, reestructuración y niveles de especialización varietal ; el potencial vinícola se evalúa a partir de la bodega que representa una estrategia productiva, que los posicionan como actividad en contextos de inclusión, transición o exclusión. Se evalúa la dinámica de localización, reestructuración empresarial y su significado como patrimonio cultural.