Midiendo la exposición del cambio climático en las ciudades mesoamericanas

La presente investigación analiza la volatilidad de la precipitación y la temperatura en las ciudades mesoamericanas generadas por el cambio climático, utilizando como línea base la dinámica de las dos variables climáticas observadas mes a mes; entre 1971 a 1980 y 2001 a 2010 comparándolas con escen...

Descripción completa

Detalles Bibliográficos
Autores principales: Olivera Villarroel, Sazcha, Labra, Diana, García, Lucero, Heard, Christopher
Formato: Online
Idioma:spa
Publicado: Universidad Nacional Autónoma de Nicaragua, León. UNAN-León. Edificio Central, contiguo a la Iglesia La Merced. | Apartado Postal 68. PBX: +505-23115013 | FAX: +505-23114970 2020
Acceso en línea:https://revistas.unanleon.edu.ni/index.php/REBICAMCLI/article/view/298
Descripción
Sumario:La presente investigación analiza la volatilidad de la precipitación y la temperatura en las ciudades mesoamericanas generadas por el cambio climático, utilizando como línea base la dinámica de las dos variables climáticas observadas mes a mes; entre 1971 a 1980 y 2001 a 2010 comparándolas con escenarios futuros de clima para los años 2061 a 2070. Las ciudades mesoamericanas utilizadas en el análisis que incluyen a las ciudades capitales de los estados del sudeste mexicano, Guatemala, El Salvador, Honduras y Belice. Medir la volatilidad de variables climáticas nos permite calificar si la distribución de lluvias y temperatura está por encima o por debajo de los rangos medios de la distribución histórica de estas variables. Entender la volatilidad climática, permite vislumbra una serie de escenarios de carácter técnico y político, y generar acciones concretas ante el cambio en las dinámicas climáticas de largo plazo y con ello anticiparse a los efectos de los eventos climáticos extremos presentes en una región. El método faculta la toma de decisiones en política pública, en particular en las áreas urbanas donde la tendencia a climas secos y cálidos genera una serie de consecuencias.  Algunas consecuencias son i) la necesidad de diversificar las fuentes de agua potable y la generación hidroeléctrica, ii) los efectos de las rachas de calor en la calidad de vida de la población, iii) la calidad de sueño y productividad y en última instancia iv) el consumo de niveles de energía destinados a aire acondicionado o refrigeración superiores a los niveles actuales.