Conservación del jaguar en el continente americano: papel de las áreas protegidas y biomas con intervención humana

Introducción: A nivel mundial, la expansión de actividades humanas continúa teniendo un riesgo para muchas especies de cuerpo grande, tal como los jaguares. Conforme continúen estas actividades, es crucial entender el impacto de paisajes modificados sobre el tamaño de su territorio. Objetivo: Evalua...

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Detalles Bibliográficos
Autores principales: Torres-Romero, Erik Joaquin, Ceballos , Gerardo, Botello, Francisco, González Rojas, José Ignacio, Giordano, Anthony J., López-Bao, José Vicente
Formato: Online
Idioma:eng
Publicado: Universidad de Costa Rica 2023
Acceso en línea:https://revistas.ucr.ac.cr/index.php/rbt/article/view/50507
Descripción
Sumario:Introducción: A nivel mundial, la expansión de actividades humanas continúa teniendo un riesgo para muchas especies de cuerpo grande, tal como los jaguares. Conforme continúen estas actividades, es crucial entender el impacto de paisajes modificados sobre el tamaño de su territorio. Objetivo: Evaluar la importancia de terrenos protegidos y no protegidos sobre el tamaño de su territorio a lo largo de su rango. Métodos: Usamos datos de tamaño de los territorios de 117 jaguares en varias categorías de protección de hábitats y biomas humanos. Usamos un Modelo Mixto Lineal Generalizado para probar traslapes espaciales y de territorios con categorías de conservación y biomas humanos. Resultados: La mayoría de los territorios estaban en Unidades de Conservación de Jaguares (62 %), seguido por Áreas protegidas (21 %), Tierras de Pueblos Indígenas (10 %) y Corredores de Movimiento de Jaguares (3 %), en donde el 76 % de los jaguares vivían dentro de alguna de las primeras tres modalidades de conservación. Sin embargo, fuera de áreas protegidas, pastizales, tierras de cultivo, terrenos seminaturales y otros biomas humanos también fueron importantes (24 % de individuos). Jaguares en pastizales, tierras de cultivo, y terrenos seminaturales tuvieron territorios más grandes. Conclusiones: Aunque las áreas de conservación fueron dominantes, áreas con impacto humano parecieron jugar un rol considerable en satisfacer los requerimientos espaciales de los jaguares. Objetivo: Aquí, evaluamos la importancia relativa de los usos de la tierra protegidos y no protegidos en el tamaño del área de campeo del jaguar en toda su área de distribución en América Latina. Métodos: Consideramos los datos del área de campeo de 117 jaguares en diferentes categorías de protección de hábitat y tipos específicos de biomas humanos. Usamos un modelo mixto lineal generalizado (GLMM) para probar las diferencias en el tamaño del área de campeo en relación con la superposición espacial de los jaguares con las diferentes categorías de conservación de la tierra. Resultados: El análisis reveló que la mayoría de las áreas de campeo del jaguar ocurrieron dentro de las Unidades de Conservación del Jaguar (62%), seguidas de Áreas Protegidas (21%), Tierras de Pueblos Indígenas (10%) y Corredores de Movimiento del Jaguar (3%). Cuando combinamos las tres primeras figureas de protección de tierras, encontramos que la mayoría de los jaguares estudiados (76,1 %) se encuentran dentro de estas tierras de conservación. Sin embargo, encontramos que varios usos humanos diferentes de la tierra, incluidos los pastizales, las tierras de cultivo y las tierras seminaturales, también eran importantes dentro de las áreas de distribución de los jaguares de casi el 24 % de los individuos examinados.  Los jaguares con las áreas de campeo más grandes ocuparon los pastizales (un bioma utilizado principalmente para el pastoreo de ganado), seguidos por las tierras de cultivo (tierras utilizadas principalmente para cultivos anuales) y las tierras seminaturales (tierras habitadas con uso menor). Conclusiones: Si bien la tierra de conservación fue mucho más importante, las tierras impactadas por el hombre parecen jugar un papel importante hoy en día para satisfacer los requisitos espaciales de los jaguares, y esperamos que esta importancia aumente en el futuro cercano, para garantizar poblaciones de jaguares viables a largo plazo y asegurar la conectividad entre ellas. Nuestros resultados podrían apoyar las conclusiones de otros estudios que indican que los jaguares toleran cierto nivel de perturbaciones antrópicas, siempre que las amenazas no sean tan severas. Con base en nuestros hallazgos, proponemos un mayor énfasis en (1) una mejor comprensión del papel de los diferentes usos antropogénicos de la tierra para promover esquemas de conservación en el territorio de los jaguares, y (2) una mejor participación de las partes interesadas en la creación e implementación de planes de gestión sostenible del uso de la tierra para la conservación a largo plazo del jaguar en las Américas.