| Sumario: | La crisis económica de la década de 1980, seguida de los subsecuentes Programas de Estabilización y de Ajuste Estructural, marcan el inicio de un nuevo estilo de desarrollo en Costa Rica, basado en la Promoción de Exportación, la Atracción de Inversión extranjera Directa (IED) y en un papel más reducido del Estado en la economía.
A pesar de que el nuevo estilo de crecimiento ha permitido al país gozar de cierta estabilidad macroeconómica medida a través de una balanza de pagos, inflación y tipos de cambio estables, el país no ha podido superar los grandes rezagos derivados de la crisis de los 80, y sigue afrontando grandes retos en materia de pobreza y desigualdad, así como de déficit fiscal, este último agravado paradójicamente por las mismas políticas de promoción de exportaciones y de atracción de inversión implementadas en el país; basadas en incentivos fiscales que no favorecen la estabilidad de las finanzas públicas.
En la actualidad, el país afronta además retos asociados al uso insostenible de recursos ambientales, tal es el caso de la gestión del recurso hídrico, la poca planificación en el uso del suelo y el abuso en el consumo de agroquímicos.
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