Summary: | El establecimiento de Áreas Marinas Protegidas (AMP) se ha consolidado como una de las estrategias más prometedoras para mitigar la sobreexplotación de los recursos marinos y preservar la biodiversidad en un contexto global de cambio climático y degradación de ecosistemas. Sin embargo, el éxito de las AMP no solo radica en la delimitación de espacios geográficos para la conservación, sino en la comprensión y gestión de la compleja relación entre los actores involucrados. En zonas económicamente vulnerables, la tensión entre las necesidades de las comunidades pesqueras y los objetivos de conservación puede determinar el destino de estas iniciativas. A pesar de los beneficios reconocidos de las AMP, como el aumento de la resiliencia de los ecosistemas marinos, la mejora en la biomasa pesquera y la mitigación de prácticas no sostenibles, su implementación enfrenta desafíos significativos. Estos incluyen la percepción de exclusión por parte de los pescadores, quienes, a menudo, ven en las AMP una amenaza directa a su medio de vida. La falta de una planificación inclusiva y de un abordaje participativo ha resultado en una resistencia que compromete la eficacia de estas áreas. En este ensayo, se analizarán los efectos tanto positivos como negativos de las AMP, destacando la importancia de integrar las voces de las comunidades desde el inicio y proponiendo un marco para la participación comunitaria que optimice los resultados de conservación y desarrollo socioeconómico. Asimismo, se plantearán recomendaciones para la correcta implementación de AMP y una hoja de ruta para la participación activa y continua de los actores clave.
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